Buenos Aires

Buenos Aires y El Tango

Buenos Aires es conocida a nivel mundial por ser la ciudad donde se ha cultivado el tango, que en la actualidad se encuentra confinado a los espectáculos para los turistas.
Tanto la música como el baile del tango tienen influencias indirectas del candombe africano, de la habanera cubana, del tango andaluz, del chotis y del cuplé, a los que se agregan las payadas puebleras y las milongas criollas.

Inicialmente, el Tango fue interpretado en los burdeles contando solamente con un violín, una flauta y una guitarra, y en ausencia de ésta, el acompañamiento de un peine convertido en instrumento de viento con la mediación de un papel de fumar y un soplador experto que marcaba el ritmo.El instrumento mítico, el bandoneón, llegó al Tango un par de décadas después de su nacimiento, en 1900 aproximadamente, y poco a poco sustituyó a la flauta.

Con el paso del tiempo, el show se convirtió en rutinario y, para no aburrir a su público, los burdeles contrataban tríos o diferentes agrupaciones de músicos, a los que se les sumaba el público; bailando.
Inesperadamente, estos espectáculos fueron tan exitosos que comenzaron a hacerse más frecuentes. Se dice que así se originó el Tango.

Tiempo después comenzaron a organizarse los primeros bailes, llevados a cabo en las academias de tango integradas sólo por hombres. A la danza se le sumó la mujer, que le dió vida al baile. Se comenzaron a escuchar solos de piano, en ocasiones acompañado por flauta, violín y guitarra.

El tango en Buenos Aires nació en la ribera del Riachuelo, en los boliches y en los conventillos de los barrios del sur de Buenos Aires. La clase social en la que se desarrolla, se denomina criolla-inmigratoria, compuesta por marineros, artesanos, cuarteadores, peones y otros trabajadores de este estilo. Generalmente, eran hombres que estaban solos, o que dejaron a sus familias en su país natal y que frecuentaban los boliches o casas de bailes para entretenerse. De allí surgieron los guapos, los malevos y los compadritos de los que hablan tantas canciones. Este sector de la sociedad se sentía muy identificado con las letras de Tango, ya que ellas se basaban en la “mala vida”.

El artista más representativo en la histora del Tango fue Carlos Gardel, quien con su carisma y talento logró conquistar a los amantes de esta música.

«Mi Buenos Aires Querido»

Mi Buenos Aires querido,
cuando yo te vuelva a ver
no habrá más penas ni olvidos.

El farolito de la calle en que nací
fue centinela de mis promesas de amor;
bajo su quieta lucecita yo la vi
a mi pebeta luminosa como un sol.

Hoy que la suerte quiere que te vuelva a ver,
ciudad porteña de mi único querer,
oigo la queja de un bandoneón,
dentro del pecho pide rienda el corazón.

Mi Buenos Aires, tierra florida,
donde mi vida terminaré,
bajo tu amparo no hay desengaños,
vuelan los años, se olvida el dolor.

En caravana los recuerdos pasan
con una estela dulce emoción.
Quiero que sepas que al evocarte
se van las penas del corazón.

La ventanita de mis calles de arrabal,
donde sonríe una muchachita en flor,
quiero de nuevo yo volver a contemplar
aquellos ojos que acarician al mirar.

En la cortada más maleva una canción
dice su ruego de coraje y de pasión.
Una promesa y un suspirar
borró una lágrima de pena aquel cantar.

Coro

Mi Buenos Aires querido,
cuando yo te vuelva a ver
no habrá más penas ni olvido.